No todo vale en redes sociales para conectar con una comunidad online. De hecho, es muy probable que, a diario, estemos cometiendo pequeños fallos que sin percatarnos nos alejan irremediablemente de alcanzar a nuestro público objetivo. Sin embargo, estamos a tiempo de rectificar, corregir y reeducarnos en materia de creación de contenido. A continuación, reunimos algunos de los errores más comunes y cómo ponerles punto final.

Todas nuestras acciones deberían girar alrededor de una base: el muro de Facebook o el feed de Instagram no son un catálogo de los productos y servicios de un negocio. Es lícito mostrar ocasionalmente qué vendemos, su precio y sus características, pero no deberíamos centrarnos en ello. Hay que crear contenido de calidad, atractivo y que satisfaga necesidades e intereses de tus seguidores.

En relación al punto anterior, puede que no conectes con tu audiencia. Es lógico que quieras que te presten atención, pero los usuarios también quieren que se la presten a ellos. En definitiva, el feedback es necesario para construir una comunidad online para tu marca. Responde a comentarios, da likes y muestra tu apoyo a otros creadores. ¡La interacción también te servirá para darte a conocer!

Y no solo conectar, si no te tomas tu tiempo en crear confianza alrededor de tu negocio y de ti, la batalla está perdida. Demuestra que hay una persona de carne y hueso detrás de la pantalla del móvil y que eres el indicado para solucionar un problema específico, inspirarle o satisfacer alguna necesidad. Por ejemplo, presenta a tu equipo de trabajo, publica stories en las que aparezcas tú, crea Reels dando consejos útiles, etc.

Además, no somos el ombligo del mundo. Muchas veces solemos pecar de excedernos con el autobombo en el copy que acompaña cada publicación. Está bien destacar qué nos hace diferentes o qué podemos ofrecer que la competencia no, pero que no se nos olvide que la humildad es básica.

La máxima de “menos es más”, también se cumple en plataformas sociales. Si no tienes tiempo o material suficiente para gestionar varias redes sociales es mejor que te centres en una o dos y hacerlo muy bien. Asimismo, tampoco es buena idea bombardear continuamente con contenido, ya que conseguirás el efecto contrario al deseado: si publicas varias veces, todos los días, aburrirás a tu público, lo que hará que se dejen de interesar por ti. Lo más recomendable es marcar en el calendario tres o cuatro días para publicar a la semana, aunque siempre dentro de nuestras posibilidades. En definitiva, prima la calidad frente a la cantidad.

Como hemos visto, son pequeños errores que se pueden enmendar con facilidad, siempre y cuando tengamos en cuenta que aquellos que nos siguen en redes sociales quieren un valor añadido y hallar algo diferente a lo que se podrían encontrar en nuestras tiendas o locales. En resumen, en las diferentes plataformas digitales nos compran a nosotros y a las experiencias que les ofrecemos y no los productos o servicios que vendemos.