Hace tan solo unos meses sabíamos que había sido elegida por la Fundéu como palabra -o más bien expresión compleja- del año 2022. La inteligencia artificial o IA, por sus siglas, ha dado mucho que hablar y nos ha hecho aprender a raudales en los últimos tiempos. Este concepto, que en ocasiones nos resulta un tanto ambiguo, ya es una constante en nuestro día a día y asistentes como Siri y Alexa o las recomendaciones musicales de Spotify son un buen ejemplo de ello. 

La inteligencia artificial se define como una “disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”. La IA ya está presente en sectores de lo más diversos. En sanidad, a través de chatbots que nos preguntan por nuestros síntomas y realizan un diagnóstico; en transporte y logística, para optimizar el tráfico; en la agricultura, con análisis predictivos que mejoran el rendimiento de los terrenos; en el terreno comercial, mediante su pronóstico de ventas y recomendaciones de productos a usuarios; en la educación, con ofertas personalizadas para optimizar el aprendizaje; o en banca, a través de la predicción de patrones del mercado para aconsejar a clientes e incluso detectar fraudes; y otras muchas posibilidades.

Sin embargo, también está haciendo acto de presencia en un ámbito que, convencionalmente, creíamos que estaba más guiada por el corazón que por la razón: el arte. 

La IA que pinta: DALL-E 2

OpenAI es la responsable de que Chat GPT esté en boca de todos. Este es una especie de chatbot de inteligencia artificial que da respuesta a nuestras preguntas o demandas más locas, desde la creación de un trabajo académico de mil palabras sobre el cambio climático hasta la resolución de una ecuación. 

Esta misma compañía, fundada por Elon Musk y otros inversores, y que afirma tener por objetivo la promoción y desarrollo de la IA amigable de manera que beneficie a la sociedad, también cuenta con una vena más artística: DALL-E 2.

DALL-E 2 se define como un nuevo sistema de inteligencia artificial que puede crear imágenes realistas desde una descripción de texto y mediante la posterior combinación de conceptos, atributos y estilos.

Esta IA, habría aprendido la relación entre imágenes y el texto usado para describirlas. Utiliza un proceso llamado “difusión”, que empieza con un patrón aleatorio de puntos y que gradualmente va alterando hacia una imagen cuando reconoce aspectos específicos de la misma.

Ejemplo de alguna de los cuadros aleatorios que le podemos encargar a DALL-E 2.

Está claro que las imitaciones saldrían pronto y ya contamos con otras propuestas como IMAGEN de Google o DALL-E Mini.

MusicLM: del papel al pentagrama

Google ha presentado recientemente un modelo que genera música de alta fidelidad a partir de descripciones de texto. Que MusicLM sea capaz de hacer esto, se debe a un exhaustivo entrenamiento de alrededor de 280.000 horas de música, lo que le permiten discernir diferentes conceptos.

Aunque en su web ya podemos escuchar varios ejemplos de ello, el usuario de a pie todavía no lo puede probar ya que, por el momento, Google no se plantea lanzar esta herramienta al público.

Una cita para los eurofans: AI Song Contest

Si eres de los que espera a que llegue Eurovisión como agua de mayo, quizás te suene la cita eurovisiva con IA que se celebra desde 2020 en los Países Bajos. AI Song Contest es una competición internacional que explora el uso de inteligencia artificial en el proceso de composición musical en el que pueden participar tanto músicos, como investigadores o desarrolladores.

En la última edición, celebrada en junio de 2022, participaron 46 equipos creadores de todo el mundo. Y, entre los 15 finalistas resultantes, podemos encontrar la canción participante de Galicia en el segundo puesto.

AI-Lalelo, nombre que recibe la canción gallega creada exclusivamente con inteligencia artificial, se describe como un homenaje a las mujeres que irguieron el país y consiguieron mantener la tradición, lengua y cultura propias. La canción se fundamenta en las cantigas tradicionales, fusionadas con un toque futurista de la mano de las herramientas de IA.

La pieza, creada por el equipo PAMP, de la empresa CECUB Group, fue generada a partir de 454 canciones tradicionales con GPT-3, que emplea aprendizaje profundo para crear textos que emulan la redacción humana, según explican en Portal TIC. Otras herramientas de IA empleadas en su composición fueron Google Magenta, para la creación de arte y música, y DDSP, para la combinación de la estructura de elementos como filtros y reverberaciones para generar sonidos, partiendo de instrumentos de percusión tradicionales.

Y, aunque estos ya son algunos ejemplos fascinantes de cómo la inteligencia artificial puede realizar tareas que eran encomendadas tradicionalmente a la creatividad humana, seguro que nos seguirá sorprendiendo con el transcurso del tiempo.