Estás navegando en una página web, observando sus productos o leyendo su contenido y, de repente, en tu pantalla aparece una ventana emergente que clama “¡suscríbete a nuestra newsletter!” y promete grandes beneficios. Por curiosidad, clicas, añades tu correo electrónico y te registras en el boletín informativo. Desde ese momento pasas a formar parte de una lista de contactos y, con cierta regularidad, tu bandeja de entrada recibe un nuevo mensaje con promociones exclusivas, descuentos o contenido personalizado y adaptado a tus gustos. Las ventajas que ofrece esta herramienta para el consumidor son claras, aunque talvez la incertidumbre nos asalte a la hora de entender qué beneficios nos reportaría como negocio.

En primer lugar, ¿qué es exactamente una newsletter? Es una publicación digital periódica que se remite habitualmente a través de correo electrónico. A través de ella, la marca se comunica y mantiene un contacto regular con sus usuarios, que previamente se han suscrito y autorizado el envío de información. Esté compuesta por mensajes sencillos o una estructura con imágenes y texto, el objetivo de la newsletter o boletín informativo no es otra que la de fidelizar a clientes y mantenerlos informados a través de noticias de ofertas, promociones y nuevos productos. Otras ventajas por las que la empresa podría sacar provecho son:

  1. Relación con el cliente. El email es un canal directo y personal. El consumidor es el que elige recibir nuestros mensajes y tienen la opción de darse de baja en cualquier momento. Es, por tanto, una comunicación permisiva y próxima, que permite construir una relación de confianza y simbiosis entre la marca y el usuario. 
  2. Coste reducido. Trabajar con este tipo de servicios no supone un gran gasto. De hecho, mientras no se cuenta con un volumen importante de suscritores, se puede trabajar con versiones gratuitas de la herramienta.
  3. Valor añadido. Aporta información relevante o de interés. Bien porque muestra productos nuevos con antelación o bien descuentos en exclusiva, siempre aportará un valor añadido, lo que será útil para fidelizar a nuestro público.
  4. Ventas. El propio contenido de nuestro boletín informativo puede aumentar las ventas, aunque parezca que no es su objetivo principal. A través de ellas ofrecemos contenido o promociones a un público que nos escucha, por lo que los beneficios se incrementarán.

El siguiente paso es evidente: crear la newsletter. Pero, ¿qué pasos y recomendaciones debo seguir? La guía se podría dividir en dos vertientes: la forma, es decir, cómo comunico y a quién comunico, y el fondo o contenido.

  1. FONDO. El contenido o mensaje de la newsletter será importante para crear privilegio. Por ello, es importante ofrecer calidad y relevancia, a través de promociones o contenido que no se podría obtener de no estar suscrito al boletín. Asimismo, es recomendable emplear elementos de personalización como podría ser emplear el nombre del cliente en el mensaje.
  2. FORMA. El remitente y la base de datos es un buen lugar por el que comenzar a construir nuestro boletín. Lo más recomendable es que enviemos el documento con una dirección o remitente con dominio propio para que la identificación sea sencilla por parte del cliente y no se confunda con spam. Además, nuestra base de datos (es decir, nuestro público), debería ser amplia y activa para asegurar el cumplimiento de nuestros objetivos o ventas.

Para que nuestro mensaje llegue a buen puerto, también se debe hacer una correcta segmentación de nuestro público, incluso llegando a establecer diferentes líneas de actuación en función de la variedad o gama de nuestros productos. Esta especialización está pensada para negocios con grandes bases de datos de clientes.

Además, no nos podemos olvidar de que el ser humano es un animal de costumbres y por ello establecer el envío de nuestro mensaje en una fecha y hora determinada es recomendable. ¡Así crearás hábitos en tu cliente!

Tras un breve recorrido por los puntos más importantes de la newsletter y su configuración, sacamos una clara conclusión: crear una relación próxima y personalizada con el cliente es la base para que sea una herramienta efectiva y eficaz para prosperar en nuestro negocio.